
El Sol asciende sobre el cenit, la cúspide de la torre, en su equilibrio, surca imaginaria la inmediatez del firmamento. Es el mediodía de la luz. Las incipientes líneas de las sombras bailotean el segundo acto de su danza. Mientras disminuye el día, el contrapunto que fragua la luz y las sombras se desparraman sobre el principio de su cono. Empieza escurridizo el juego del contraste orquestando su influjo evasivo. La capilla en su maravilla arquitectónica se desplaza horizontal y vertical emulando un galeón medieval; mientras tanto, las volutas desencantadas, diseminadas en las torres, bañan con sus sombras lacrimosas los cimientos de su prisma. El artilugio de la luz, al caer áureo sobre el silicio del vitral, convoca al color en su máxima expresión. Los claroscuros de sus tonos evocan un total dramatismo sacro. Esto es sólo el principio mágico para quien mira y se apropia del efecto tridimensional de sumirse en la contemplación que ofrece la refracción. A contraluz una gama de matices, supone de los mosaicos, cuadros vivientes. Afuera, la potencia de la luz se arroja con fuerza en la doble faceta que guardan los santísimos. El sol se conjuga y se guarda en los límites de los silicios, pero es necesario que el astro se doblegue limpiamente en las postrimerías de los cerros para poder perderse en el dramatismo de los detalles. Es obligado guardarse y fugarse en el transcurso de la tarde, sólo así logrará nuestra mirada adjudicarse la metamorfosis estética de la teogonía divina.
Mientras la vigencia de los vitrales sacros sean el interludio entre lo divino y lo estético, limbo entre la luz y las sombras, tendremos la certeza de que también Giotto, la iglesia de espigadas flechas y el Renacimiento se guardan allí en los prismas multicolores para deleite de nuestros sentidos.
Mientras la vigencia de los vitrales sacros sean el interludio entre lo divino y lo estético, limbo entre la luz y las sombras, tendremos la certeza de que también Giotto, la iglesia de espigadas flechas y el Renacimiento se guardan allí en los prismas multicolores para deleite de nuestros sentidos.
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